Cuando hablamos de afrodisíacos (del nombre griego afrodita diosa del
amor) nos referimos a todo aquello que sirve para incrementar el deseo
sexual. A lo largo de la historia muchas culturas han utilizado ciertas
comidas y bebidas para estimular el apetito sexual, asociando el poder
de dichos afrodisíacos a aquellos alimentos cuya forma natural nos
recuerda a los órganos sexuales (plátano, almejas, ostras, etc). Tampoco
podemos olvidar ciertos perfumes o fragancias que, sin saber por qué,
nos producen una cierta excitación. Lo que sí está claro es que una vida
saludable sin stress y una buena alimentación, acompañada de ejercicio
moderado, nos predispone a un mejor comportamiento sexual. Hoy en día
existen preparados a base de productos naturales, especias, vitaminas,
minerales, aminoácidos, etc. que nos pueden ayudar en nuestro
rendimiento sexual a la vez que estimulan nuestra libido.
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